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Palco de Prensa: El cierre de un capítulo.


                                         Por : Gilberto LAVENANT

Este viernes, a las 2:00 de la tarde, en uno de los salones del hotel de la familia del exalcalde de Tijuana, Carlos Bustamante, se llevará a cabo un evento priísta. Se dice que el espacio tendrá cupo para unos 500 invitados. Funcionarios públicos de toda la entidad, representantes de sectores sociales, económicos, familiares, amigos.

Si otros fuesen los tiempos, cualquiera diría que se trata de un “destape”, pero los comicios más próximos son los del 2015, 2018 y luego el del 2019. No, eso está remoto. Sin embargo, tendrá tales características, porque el personaje central lo será Fernando Castro Trenti, diputado federal con licencia y excandidato priísta a la gubernatura.


Apenas la madrugada del miércoles 4 de diciembre, Fernando rindió protesta como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México en la República de Argentina. Para cualquier mexicano, una enorme distinción. Para Castro Trenti, quizás el destierro político.

Podría tratarse de la celebración de su cumpleaños. El 11 de noviembre cumplió 58. Los dirigentes priístas, “expresan su beneplácito” por su designación como funcionario diplomático, pero sin duda alguna habrá muchas caras tristes, pues quien los coordinó, manejó o encabezó, en los últimos años, se va muy lejos. Lejísimos.

Con este evento, se cierra un capítulo de la política priísta bajacaliforniana, el del castrotrentismo. Lejos de Baja California, su líder, será difícil la existencia de esta corriente. Casi imposible. Por aquello de que “amores de lejos…amores de tontejos”, o lo de “al ojo del amo, engorda el caballo”.

Por cierto, a propósito de caballos, en los comicios de julio, los perdedores los encabezó Fernando, pero en el lado de los triunfadores, además del panista Kiko Vega, ya Gobernador en funciones, aparece el empresario casinero Jorge Hank Rhon. Sin haber participado como candidato  en la contienda, ganó hartas posiciones. Bueno, hasta colocó a uno de sus hijos en el gobierno panista. A veces, las traiciones son fructíferas.

Se dice que Castro Trenti nunca ha ganado en unas elecciones. Fue Senador y luego Diputado Federal, por la vía plurinominal. Sin embargo, la que más le dolió, fue la derrota electoral de julio pasado, con la que pretendía culminar su carrera política, si lograba ganar la gubernatura de Baja California.

En la administración pública, logró ocupar cargos importantes. Fue delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor, de la Secretaría de Pesca y de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, además de Administrador del Aeropuerto de Tijuana “Abelardo L. Rodríguez”. 

También fue diputado local plurinominal y luego Secretario General de Gobierno, durante la administración municipal que encabezó Hank Rhon, cargo que dejó para ser candidato plurinominal a Senador. Hasta ahí, todo le iba excelentemente.

Sin embargo, ese fue el punto de quiebre, que a la postre le provocó la derrota en su carrera por la gubernatura estatal. Dadas sus habilidades como operador político, Hank lo designa su coordinador de campaña, cuando contiende por la gubernatura en el 2007. El empresario adjudica su derrota ante el panista Osuna Millán, a una traición de Fernando.

24 años después de aquella supuesta traición, aplicando la sentencia de la Ley del Talión, la que advierte “ojo por ojo y diente por diente”, fragua en su contra una traición mayor. Se alía con los panistas y, mediante el método del “voto cruzado”, propicia el triunfo del candidato priísta a la Alcaldía de Tijuana, Jorge Astiazarán Orcí, y a la vez la derrota de Castro Trenti a la gubernatura.

Los panistas, prefirieron sacrificar a su candidato a alcalde, Alejandro Monraz Sustaita, con tal de conservar la gubernatura, que les significaba enormes fuentes de trabajo para los blanquiazules y la oportunidad de seguir haciendo negocios, desde la administración pública.

Al margen de esto, en forma paralela, Castro Trenti, aprovechando su posición en el Senado, donde el coordinador de la bancada priísta lo fue el sonorense Manlio Fabio Beltrones, quien lo adoptó como su pupilo, logró una carrera espectacular, nunca antes lograda por ningún prista bajacaliforniano.

En la entidad, había sido dirigente estatal del PRI y luego delegado del CEN, coordinador regional, secretario general adjunto del CEN del PRI, secretario general adjunto de la CNOP y miembro del Consejo Político Nacional del partido tricolor. Si su tutor, Beltrones, hubiese sido el candidato priísta a la Presidencia de la República en el 2012, Fernando podría haber escogido entre ser Secretario de Gobernación, por ejemplo,  o Gobernador de Baja California.

Pero no siempre las cosas salen bien. No siempre los sueños se realizan, ni los propósitos se logran. Manlio Fabio fue desplazado por Peña Nieto, se retira de la contienda diciendo que “mañana vuelvo a empezar” y ahora se ha convertido en uno de los principales operadores políticos del Presidente de la República, desde su posición de coordinador de la fracción parlamentaria priísta en la Cámara de Diputados.

Manlio no pudo evitar la derrota electoral de Castro Trenti. Las negociaciones en torno al Pacto por México, obligaron al gobierno federal a no meter las manos en los comicios de Baja California y por el contrario, facilitar el triunfo del panista Kiko Vega.

Sin embargo, Manlio no dejó solo a Fernando. Lo rescata y logra que Peña Nieto lo designe Embajador en Argentina. Si el sonorense logra la candidatura presidencial priísta, en el 2018, el bajacaliforniano podrá reconstruir su carrera política. Mientras tanto, se cierra el capítulo del castrotrentismo en Baja California.

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